Según cifras del Ministerio de Salud, la cobertura de la vacuna bivalente alcanza aproximadamente al 24% y se aproxima el invierno, por lo que ahora es el momento en que debemos protegernos.
Una de las herramientas más eficaces de prevención en salud son las vacunas, y hay ya una creciente evidencia de que éstas son útiles, en especial para la prevención de hospitalizaciones, requerimientos de Unidades de Pacientes Críticos y sobre todo mortalidad.
Por otra parte, quienes se ven afectados por COVID, pero se encuentran inmunizados, no sólo se previenen de estos desenlaces, sino que de las secuelas (el COVID long) impactan menos en salud.
Al contrario, no vacunarse implica que además de las consecuencias expuestas, una vez resuelta la fase aguda, la desfuncionalización y dependencia es tal, que se necesita un programa de rehabilitación integral prolongado.
Así pues, en una sociedad que envejece aceleradamente, la vacunación de su población mayor es una estrategia de prevención en salud muy efectiva, y al revés, la sobrecarga del sistema de salud puede llegar a ser tal hacia el invierno que se transforme en un problema adicional.
Además de insuficientes los equipos de salud para resolver los cuadros agudos y luego la rehabilitación que requieren los pacientes y familiares, y el gasto en salud que todo ello significa.
Como Sociedad de Geriatría y Gerontología de Chile, hacemos un llamado a las organizaciones de personas mayores para que juntos animemos a nuestra población a vacunarse. Sin duda será un bien para toda la comunidad. Asimismo, nos comprometemos a seguir trabajando en la difusión y entrega de todos estos conceptos para informar a la población y apoyar en la prevención en salud de las Personas Mayores.
Dr. Jaime Hidalgo A.